« Más que un homenaje, este vino es como un legado, el fruto del encuentro entre los terruños chilenos, el saber hacer de nuestra sociedad familiar y una personalidad carismática. Si tuviera que definir Baronesa P. en 3 palabras, estas serían: exigencia, elegancia y esplendor.
La exigencia es una de las premisas de nuestra familia desde hace generaciones. Y la elaboración de Baronesa P. está basada en esta misma exigencia. La elegancia es el sello distintivo tanto de la botella como del vino. Y el esplendor se desprende de su personalidad. »
Philippe Sereys de Rothschild,
Presidente-Director General de Baron Philippe de Rothschild S.A.
Baronesa P. es una selección de nuestros mejores micros terroirs, que se ha logrado durante largos años con la experiencia y conocimiento de nuestros suelos y viñedos, pero también con la ayuda de la tecnología como por ejemplo el uso de medición de Electroconductividad del suelo. Con los largos años y con los resultados de vinificación, hemos logrado afinar nuestra selección para crear este cuvée en homenaje a la Baronesa Philippine de Rothschild.



Cosecha
17 de marzo al 17 de abril
Variedad
81% Cabernet Sauvignon
5% Cabernet Franc
5% Syrah
5% Petit Verdot
4% Carmenere
Crianza
18 meses en barricas de roble francés, 55 % nuevas, y 45 % de un año.
Potencial de guarda
De 10 a 15 años
NOTAS DE CATA
El color es rubí profundo e intenso, con reflejos violetas.
La nariz, intensa y potente, se abre con notas de mora, grosella negra y cereza negra, que evolucionan hacia notas de pimienta negra, aderezadas con sutiles matices de almendra tostada, moca y vainilla aportados por la crianza en barrica.
El ataque es potente, rico y concentrado, y se abre a una gran complejidad con una elegante estructura tánica y una trama de una gran firmeza. La parte central es potente y muy equilibrada, con una frescura natural que revela una paleta compleja que combina con elegancia notas de mora y grosella negra con aromas de cedro y de pimienta negra acompañadas de un toque de avellana y moca. Concentrado y equilibrado, el final está marcado por los aromas persistentes de pequeños frutos negros, seguidos de notas especiadas y de almendra tostada.
Este largo y persistente final de boca, a la vez potente y elegante, hace presagiar un excelente potencial de guarda.


CATA DE VINO CON EMMANUEL RIFFAUD,
Chief Winemarker, Baron Philippe de Rothschild Chile
El Clima para Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Syrah presenta un tipo mediterráneo con gran influencia del aire frio que desciende desde la cordillera de los Andes durante la noche y refresca el valle durante todo el año, especialmente durante la época de verano. Esto genera una gran oscilación térmica entre el día y la noche, característica fantástica para la maduración de los Cabernet y Syrah.
Para Carmenere y Petit Verdot un clima igualmente mediterráneo, pero con un promedio de temperaturas de 1°C más alto que para los cabernets y syrah, que permiten alcanzar una óptima madurez de cada variedad.
Para Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Syrah, es un suelo aluvial, equilibrado compuesto por gravas, limoso-arcilloso- arenoso hasta limoso-arcilloso, con la presencia de la roca madre de una profundidad de 3, 0 metros de profundidad con viñedos plantados en 1997, 2003 y 2009. Para Carmenere y Petit Verdot son suelos arcillosos, profundos, con viñedos plantados en 1998, que potencian una estructura de taninos suaves y elegantes.

Climatografía, condiciones de cosecha
La cosecha 2020 gozó de unas condiciones climatológicas excepcionalmente cálidas y secas en todo el ciclo de la viña. Una temperatura media de +0,7 °C con respecto a la media de los últimos 9 años y una pluviometría especialmente baja, del -80 % con respecto a la media de las últimas 9 añadas, con una distribución
100 % invernal.
Tras un invierno relativamente frío, la primavera, más seca y, sobre todo, más cálida, inició la tendencia del año provocando que el desborre se adelantara una semana respecto a la media. Gracias a que estas condiciones se mantuvieron en el tiempo, la floración fue rápida y homogénea.
El comienzo del verano fue, en general, más cálido que la media (+0,6 °C), lo que permitió un envero homogéneo.
Las condiciones de finales de verano y principios de otoño fueron realmente excepcionales y favorecieron la aceleración del proceso de maduración de las uvas, tanto a nivel aromático como fenólico, lo que permitió iniciar la vendimia en el momento adecuado para cada variedad.
La vendimia del cabernet franc comenzó el 17 de marzo,
10 días antes que en 2019, y le siguió la syrah,
el 25 de marzo.
Después, se logró alcanzar un perfecto equilibrio entre madurez aromática y fenólica de los cabernets sauvignon, que se recolectaron entre el 31 de marzo y el 9 de abril. Gracias a que se mantuvieron estas condiciones, la vendimia se concentró con una cosecha especialmente temprana de la Carmenere y el Petit Verdot del 6 al 17 de abril.
Una pluviometría muy por debajo de lo normal y una temperatura media más elevada fueron los elementos determinantes del excepcional equilibrio obtenido en esta añada 2020.
De este modo, esta añada se expresa con generosidad y potencia, aunque mantiene toda su elegancia y fineza.
Encontramos una identidad chilena muy marcada, en especial, en la expresión de la nota afrutada que, asociada a unos pasos por boca concentrados, confiere complejidad, riqueza y refleja toda la personalidad de los terruños.
2020, una cosecha con un excelente potencial de guarda que se inscribe dentro de las mejores añadas chilenas.


