Como resultado, las vides pudieron acumular importantes reservas de agua, requiriendo mucho menos riego y evitando el estrés hídrico.
Estas condiciones climáticas permitieron que las uvas alcanzaran la perfecta madurez, produciendo vino con aromas afrutados seductores y frescos, una característica a veces difícil de lograr en los países del Nuevo Mundo. El estilo de la cosecha es indudablemente «oceánico», combinando potencia con refinamiento y frescura de acuerdo con el estilo de otras añadas atípicas como 2005 o 2006.
2013 es una cosecha prometedora con un considerable potencial de envejecimiento.
¡Ofrece toda la energía del Nuevo Mundo junto con el refinamiento del Viejo Mundo!
El mes de marzo en particular fue el más caluroso de los 30 últimos años! Esta milésima ha sido marcada por las condiciones climáticas que tuvieron como consecuencias positivas generar una excelente maduración aromática y de concentrar naturalmente las uvas.
Se caracteriza por la generosidad y su potencia, manteniéndose aterciopelado y sedoso. Encontramos en él una marcada identidad mediterránea puntualmente en la expresión de la fruta. Esta fruta madura, mezclada con mitad de boca concentrados, le confiere complejidad, riqueza y exprime toda la identidad de los terroirs.
Todo el encanto de Chile, realmente, se revela en los vinos 2012 que poseen un excelente potencial de guarda.
Unas condiciones que, si bien fueron complejos en cuento al seguimiento sanitario de la vid, produjeron unas consecuencias ciertamente benéficas en el vino (frescor de la fruta y elegancia tánica).
El invierno frío y seco, seguido de una primavera fresca y poco soleada, provocó una demora de unos 15 días, la cual se mantuvo en todas las fases de desarrollo de la vid. A pesar de esta demora, el cálido y seco verano, así como la amplitud térmica entre día y noche registrada en abril, permitieron una buena concentración de la fruta, al tiempo que se conseguía una conservación excelente del frescor de la añada.
Con una gran potencia aromática, esta añada 2011 expresa todo el refinamiento y el frescor del fruto y exhibe una estructura tánica de gran elegancia. Esta añada 2011, que figura entre las más particulares de Chile, nos revela además una identidad varietal muy marcada y un potencial de guarda importante.
La segunda mitad de la primavera y del verano han sido cálidos y secos, lo que ha permitido una maduración homogénea.
El otoño, marcado por el seísmo del 27 de febrero, se presentó con una bajada de las temperaturas medias así como con una oscilación térmica entre el día y la noche muy marcada, lo que ha favorecido un enriquecimiento en componentes fenólicos. Estas condiciones han permitido una buena conservación del potencial de fruta y sobre todo de su frescura.
Esta frescura unida a un índice de acidez más elevado que en 2009, confieren a la añada 2010 un potencial de guarda importante así como un equilibrio y una elegancia que sin duda la situarán entre las mejores añadas pares de Chile.