Es importante comentar que fue una vendimia sin precipitaciones en la etapa de maduración.
Se puede decir que la cosecha 2020 no fue una vendimia tan fácil en términos climáticos, pero con la experiencia de Viticultores y Enólogos de Baron Philippe de Rothschild, se logró un excelente manejo del viñedo, más una correcta irrigación y una adecuada anticipación en las fechas de cosechas, se logró finalmente una buena expresión de cada terroir, donde se conjuga en equilibrio la parte aromática con una gran estructura y la elegancia en boca.
Una pluviometría por debajo de la media, principalmente distribuida en el periodo invernal, asociada a una temperatura media ligeramente más alta, fueron los elementos determinantes de un perfecto desarrollo del ciclo vegetativo. Esto también permitió obtener una madurez óptima de las uvas tanto desde el punto de vista aromático como fenólico.
Estas excepcionales condiciones generaron una concentración natural, que mantuvo a su vez el equilibrio y la fineza, revelando la expresión más pura de la identidad de los diferentes terruños.
De este modo, esta añada se expresa con la generosidad y la potencia de Chile, conservando los matices elegantes y sedosos.
2019, una añada con un excelente potencial de guarda que se inscribe dentro de las mejores añadas chilenas.
Una pluviometría por debajo de la media, principalmente distribuida en el periodo invernal, asociada a una temperatura media ligeramente más alta, fueron los elementos determinantes de un perfecto desarrollo del ciclo vegetativo. Esto también permitió obtener una madurez óptima de las uvas tanto desde el punto de vista aromático como fenólico.
Estas excepcionales condiciones generaron una concentración natural, que mantuvo a su vez el equilibrio y la fineza, revelando la expresión más pura de la identidad de los diferentes terruños.
De este modo, esta añada se expresa con la generosidad y la potencia de Chile, conservando los matices elegantes y sedosos.
2019, una añada con un excelente potencial de guarda que se inscribe dentro de las mejores añadas chilenas.
Una pluviometría por debajo de la media, principalmente distribuida en el periodo invernal, asociada a una temperatura media ligeramente más alta, fueron los elementos determinantes de un perfecto desarrollo del ciclo vegetativo. Esto también permitió obtener una madurez óptima de las uvas tanto desde el punto de vista aromático como fenólico.
Estas excepcionales condiciones generaron una concentración natural, que mantuvo a su vez el equilibrio y la fineza, revelando la expresión más pura de la identidad de los diferentes terruños.
De este modo, esta añada se expresa con la generosidad y la potencia de Chile, conservando los matices elegantes y sedosos.
2019, una añada con un excelente potencial de guarda que se inscribe dentro de las mejores añadas chilenas.
Una pluviometría por debajo de la media, principalmente distribuida en el periodo invernal, asociada a una temperatura media ligeramente más alta, fueron los elementos determinantes de un perfecto desarrollo del ciclo vegetativo. Esto también permitió obtener una madurez óptima de las uvas tanto desde el punto de vista aromático como fenólico.
Estas excepcionales condiciones generaron una concentración natural, que mantuvo a su vez el equilibrio y la fineza, revelando la expresión más pura de la identidad de los diferentes terruños.
De este modo, esta añada se expresa con la generosidad y la potencia de Chile, conservando los matices elegantes y sedosos.
2019, una añada con un excelente potencial de guarda que se inscribe dentro de las mejores añadas chilenas.
Una pluviometría por debajo de la media, principalmente distribuida en el periodo invernal, asociada a una temperatura media ligeramente más alta, fueron los elementos determinantes de un perfecto desarrollo del ciclo vegetativo. Esto también permitió obtener una madurez óptima de las uvas tanto desde el punto de vista aromático como fenólico.
Estas excepcionales condiciones generaron una concentración natural, que mantuvo a su vez el equilibrio y la fineza, revelando la expresión más pura de la identidad de los diferentes terruños.
De este modo, esta añada se expresa con la generosidad y la potencia de Chile, conservando los matices elegantes y sedosos.
2019, una añada con un excelente potencial de guarda que se inscribe dentro de las mejores añadas chilenas.
Una pluviometría por encima de la media con una repartición poco habitual durante el periodo otoñal impactó esta añada. Esto confirió también un toque oceánico poco frecuente.
La cosecha resultó ser muy «técnica». Aunque la gran mayoría del ciclo vegetativo de la vid haya gozado de condiciones climáticas óptimas, los principales motivos de este éxito han sido las cualidades del viticultor y el savoir- faire de Baron Philippe de Rothschild Maipo Chile.
Esta cosecha se define entonces con una gran diversidad de expresión según las cepas y el terruño, conservando siempre equilibrio, frescura y elegancia.
Esto nos permite concluir diciendo que esta añada 2016, «El Niño», formará parte de las añadas particulares, atípicas, debido a una distribución pluviométrica excepcional. Permitió conservar una expresión fresca de la fruta y una cierta elegancia a veces difícil de obtener en los países del nuevo Mundo.
Unas lluvias menos abundantes de lo habitual, idealmente distribuidas durante el ciclo vegetativo y la temperatura media más alta registrada en los últimos 10 años han sido elementos determinantes que han marcado el estilo muy mediterráneo de la cosecha de 2017.
Así, esta añada se expresa con generosidad, potencia, pero, sobre todo, con matices aterciopelados y sedosos.
Encontramos una identidad chilena muy marcada, en especial, en la expresión de la nota afrutada, que, asociada a unos pasos por boca concentrados, confiere complejidad, riqueza y refleja toda la personalidad de los terruños. 2017, una añada con un excelente potencial de guarda.
Una pluviometría por encima de la media con una repartición poco habitual durante el periodo otoñal impactó esta añada. Esto confirió también un toque oceánico poco frecuente.
La cosecha resultó ser muy «técnica». Aunque la gran mayoría del ciclo vegetativo de la vid haya gozado de condiciones climáticas óptimas, los principales motivos de este éxito han sido las cualidades del viticultor y el savoir- faire de Baron Philippe de Rothschild Maipo Chile.
Esta cosecha se define entonces con una gran diversidad de expresión según las cepas y el terruño, conservando siempre equilibrio, frescura y elegancia.
Esto nos permite concluir diciendo que esta añada 2016, «El Niño», formará parte de las añadas particulares, atípicas, debido a una distribución pluviométrica excepcional. Permitió conservar una expresión fresca de la fruta y una cierta elegancia a veces difícil de obtener en los países del nuevo Mundo.